En España, el despido por fuerza mayor es una modalidad de despido que no requiere de justa causa por parte del empresario. Se trata de un despido que se produce por una causa ajena al control del empresario y que hace imposible el mantenimiento de la relación laboral.
¿Dónde se encuentra regulado?
El despido por fuerza mayor se regula en el artículo 50.1 del Estatuto de los Trabajadores, que establece que «serán causas de despido objetivo las que tengan por objeto la extinción del contrato de trabajo por causas ajenas a la voluntad del empresario y que hagan imposible el mantenimiento de las relaciones laborales, siempre que no guarden relación directa con el trabajador».
En el despido por fuerza mayor, el empresario no tiene la culpa de la extinción del contrato de trabajo, por lo que no es necesario que acredite una justa causa. No obstante, sí debe acreditar que la causa que ha motivado el despido es ajena a su control y que ha hecho imposible el mantenimiento de la relación laboral.
Ejemplo de despido
Por ejemplo, si una empresa tuviera que cerrar sus puertas debido a una inundación, a un incendio o a una huelga general, todos los trabajadores deberían ser despedidos por fuerza mayor. Otro ejemplo podría ser el cese de actividad de una empresa por falta de materias primas o de suministros.
En el caso de que el cese de actividad sea temporal, los trabajadores afectados tendrán derecho a cobrar el subsidio de desempleo, ya que se trata de un despido improcedente. No obstante, si el cese de actividad es definitivo, los trabajadores no tendrán derecho a ninguna indemnización.
Conclusión
Para que un despido por fuerza mayor sea procedente, es necesario que la empresa acredite que se ha producido un acontecimiento ajeno a su voluntad y que ha tomado todas las medidas posibles para evitarlo. Asimismo, debe haber notificado el despido a la autoridad laboral correspondiente en el plazo establecido por la ley.
Si tiene más dudas sobre el despido por fuerza mayor, puedes contactar con un abogado laboralista en Pamplona.
